El jardín

Vivienda de una planta concebida para introducir el paisaje dentro de las estancias. La superposición de diferentes capas de materiales actúa como una envoltura de pieles que ayuda a que el paisaje se infiltre en el interior. Para sus habitantes, despertar en esta casa cada día es como levantarse en el jardín de las delicias.

TAMAÑO 320m²

LUGAR DENIA

AÑO 2017

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Concepto paisaje

El proyecto nace del deseo de sus propietarios de estar en contacto pleno con la naturaleza.
Acostumbrados a vivir en un piso, con unas vistas tan maravillosas como inalcanzables, tomaron la decisión de dejar de contemplar el paisaje como si se tratara de un cuadro para sumergirse en él con todos los sentidos. Bajo esta premisa trabajamos en el diseño de una vivienda en la que los límites entre el exterior y el interior se difuminan y crean un espacio sin fronteras entre los diferentes ambientes de la casa.

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Piel

Inspirados por el pinar próximo a la parcela, diseñamos una celosía cerámica que emula los destellos de luz natural filtrada por las agujas de los pinos. Esta celosía aporta privacidad a los dormitorios y los dota de una luz pixelizada semejante a la que se cuela entre las rendijas de una persiana entreabierta.  Actúa también como una segunda piel que abraza y reconforta. La disposición irregular de las piezas recuerda a esos puntos corridos que aparecían en los jerséis tejidos por madres y abuelas y que van tan unidos a la sensación de hogar.

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Objeto

La naturaleza longitudinal de la parcela marcó la forma de pliegue de la vivienda. Quisimos evitar levantar más de una altura por dos motivos: no ser invasivos con el paisaje de la zona y fomentar las transiciones entre la vida interior y la actividad del jardín. Así, la planta de la vivienda acaba ocupando la mayor parte de la parcela: dentro y fuera son uno. La rigidez de este pliegue de hormigón se atenúa envolviéndolo de otros materiales que lo dotan de suavidad y calidez. Los patios acristalados crean pequeñas burbujas de luminosidad que conectan las estancias alojando a la naturaleza dentro del hogar.

El jardín de las delicias

Una de las cosas más bonitas que nos han dicho de la casa es que parece que siempre ha estado ahí. Creo que es algo precioso, ya que de alguna manera ha entrado a formar parte del lugar, del paisaje.