Este proyecto lo desarrollamos a instancias del Ayuntamiento de Pedreguer para dotar al municipio de un espacio en el que celebrar conciertos y eventos. Inspirados por su esencia musical, diseñamos una envoltura exterior perforada que evoca a las partituras de las cajas de música y al resplandor de una bola de espejos en la pista de baile.

TAMAÑO 600m²

LUGAR PEDREGUER

AÑO 2012

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Objeto

Dado el uso nocturno y lúdico del espacio optamos por crear un edificio cerrado hacia el interior pero cuyo exterior lograra transmitir lo que pasa dentro. Diseñamos un prisma con cubierta a dos aguas y de color rojo que sorprende por contraposición a las naves de hormigón plomizo que lo rodean. Dándole esta forma conseguimos diferenciarlo del resto de construcciones y poner en valor la cubierta para que contemplarla desde la carretera sea una experiencia agradable. Finalmente recubrimos los muros con una capa de acero cortén para proteger el edificio del sol y de posibles gamberradas como pintadas, golpes y demás actividad noctámbula.

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Paisaje

El emplazamiento de este espacio—público y cultural—en mitad de un polígono industrial definió en gran medida la personalidad del edificio.
Otro factor de peso fue la presencia de una carretera que discurría en paralelo por encima de la parcela exponiendo la cubierta de la edificación. Bajo estas dos premisas surgió la idea de diseñar un edificio que rompiera por completo con la estética prefabricada y gris del polígono que lo rodea. De esta manera (volviéndolo descaradamente llamativo) pretendíamos resaltar el carácter público y transgresor del Rockódromo.

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Piel

La capa exterior en acero cortén se concibe como si fuera un complemento que pone la guinda a un estilismo, a una actitud. Para nosotros simboliza algo atractivo, como ponerse una chupa de cuero antes de ir a un concierto de rock.

Decidimos perforarla con círculos porque la luz filtrada a través de ellos recuerda a los destellos de las míticas bolas de discoteca. Esta semejanza nos permitía comunicar hacia el exterior la naturaleza nocturna y musical del edificio.

Rockódromo. Pedreguer

Una de las cosas más bonitas que nos han dicho de la casa es que parece que siempre ha estado ahí. Creo que es algo precioso, ya que de alguna manera ha entrado a formar parte del lugar, del paisaje.